Cuando las escuelas cerraron en 2020 por la pandemia, los niños dejaron de recibir clases presenciales y muchas familias no sabían cómo continuar con el aprendizaje en casa. En medio de esa situación, algunos representantes acudieron a Ana Yojaira buscando orientación para que sus hijos no se quedaran sin una guía durante ese periodo. Así comenzó Formación Pedagógica “María Montessori”, primero como un apoyo temporal y sencillo, pero pronto se convirtió en un espacio organizado donde los escolares podían avanzar, retomar contenidos y trabajar con más seguridad.

Al ver que los niños lograban progresar y comprender mejor lo que se les explicaba, las familias pidieron que el espacio siguiera funcionando incluso después de que las escuelas reabrieran. Desde entonces, la microescuela se mantiene activa con una dinámica clara: actividades de lectura, ejercicios de matemáticas ajustados al nivel de cada niño, explicaciones puntuales y rutinas que ayudan a organizar mejor el estudio.

Allí participan tanto quienes presentan dificultades como quienes ya dominan los contenidos y desean seguir avanzando. Su frase guía, “Por la escuela que yo quiero”, expresa el propósito que inspira este lugar: ofrecer un espacio donde cada niño pueda progresar con claridad y constancia.