Erika Marise Pacheco descubrió su vocación de maestra desde niña gracias al ejemplo de su hermana, quien la animó a estudiar Magisterio y le mostró la belleza de acompañar el crecimiento de los más pequeños. Con esa inspiración en el corazón, se formó para dedicar su vida al cuidado y la educación de la infancia.

Su camino profesional empezó como auxiliar de preescolar, donde cada día se convirtió en una oportunidad para demostrar que la paciencia y la dedicación podían transformar el aprendizaje en un acto de amor. Fue así como nació su vínculo profundo con sus alumnos, reconociendo en cada mirada la curiosidad y el asombro que alimentan su pasión por enseñar.

Cuando llegó la pandemia, Erika enfrentó el reto de llevar la escuela al hogar y de iluminar la rutina de sus pequeños con un auténtico ‘rayito de luz’. Gracias a su creatividad y al uso de la tecnología, mantuvo viva la ilusión de aprender a leer y a comprender las matemáticas, apoyándolos con ternura y compromiso para que ningún aprendizaje se quedara en pausa.

Hoy, como maestra de la Microescuela ‘Rayito de Luz’, sueña con fortalecer el proyecto con más libros, materiales lúdicos, mobiliario atractivo y herramientas digitales que enriquezcan cada clase. Su mayor logro es ver a sus niños superar retos, aprender con alegría y avanzar con excelentes calificaciones, sabiendo que cada paso afianza un futuro lleno de posibilidades.