Francy Beatriz Salero descubrió desde muy joven que su verdadera vocación era la enseñanza. Para ella, convertirse en maestra no fue solo un paso profesional, sino la manera de dar continuidad a un proceso de enseñanza y aprendizaje que había nacido de su propia curiosidad y deseo de compartir conocimientos. Su compromiso con cada estudiante se nutre de la convicción de que el aula puede ser un espacio de transformación personal y comunitaria.

Tras formarse en pedagogía y explorar diversas experiencias educativas, Francy encontró en la Microescuela Patbri Mathius School el lugar perfecto para poner en práctica su visión innovadora. Valora el aprendizaje activo y el desarrollo integral, donde cada niño es protagonista de su propio descubrimiento. Sus primeros días en la microescuela fueron un reto lleno de entusiasmo: adaptar planes de estudio flexibles, idear actividades lúdicas y construir un ambiente seguro para la experimentación.

En el aula de Francy, cada sesión se convierte en una invitación a cuestionar, a explorar y a crear. Utiliza recursos sencillos pero significativos, fomenta el trabajo colaborativo y celebra cada pequeño avance como un triunfo colectivo. Para ella, no existen errores, solo señales de que el aprendizaje necesita otra mirada. Bajo su guía, los estudiantes no solo adquieren contenidos académicos, sino también habilidades para la vida: empatía, resiliencia y la confianza para expresar sus ideas.

Hoy, Francy Beatriz Salero sigue tejiendo sueños junto a sus alumnos, convencida de que la educación es el motor de un cambio sostenible. Su historia inspira a quienes creen en el poder de la enseñanza como agente de esperanza y renovación social. Con cada día en Patbri Mathius School reafirma que una maestra apasionada puede cambiar el rumbo de muchas vidas.