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El mundo mágico de la psicopedagogía

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Heidi Guerra

Heidi Guerra es técnica superior universitaria en Educación Especial con mención en Retardo Mental y licenciada en Educación Integral con mención en Ciencias Sociales; con 30 años de trayectoria ha ejercido como docente, directora y supervisora en diversas facetas de la educación especial. Actualmente ejerce como psicopedagoga y profesora en la Escuela privada Rafaela de Pinto mientras se prepara para su jubilación del sistema educativo público. A lo largo de su carrera ha defendido incansablemente la educación inclusiva, convencida de que cada niño, sin importar sus desafíos, posee un potencial ilimitado que merece ser cultivado con dedicación y cariño.

Montalbán - Carabobo

El mundo mágico de la psicopedagogía

9

Número de alumnos: 

Heidi Guerra imaginó desde siempre un espacio donde cada niño pudiera avanzar a su propio ritmo y sentirse valorado en su singularidad. Con esa visión en mente, fundó la microescuela El mundo mágico de la psicopedagogía en Montalbán, un refugio dedicado a la atención de niños con TDAH, trastornos del espectro autista, dificultades de aprendizaje y trastornos del lenguaje. Su compromiso por reconocer las fortalezas de cada estudiante dio vida a un lugar donde el aprendizaje florece en un entorno de respeto y comprensión.

En la microescuela, el proceso de aprendizaje se convierte en una genuina aventura personalizada. Los alumnos refuerzan destrezas en lectoescritura y matemáticas, pero también emprenden la creación de su propio libro de lectura. Este proyecto les permite experimentar el conocimiento de manera concreta, diseñando cada página con materiales significativos que transforman conceptos abstractos en vivencias palpables.

Cada libro elaborado es un testimonio de progreso y de confianza en sí mismos. Bajo la guía de Heidi, los estudiantes descubren cómo sus esfuerzos diarios se traducen en logros tangibles. El acompañamiento especializado hace que el aprendizaje sea gratificante, pues cada avance refuerza la idea de que el saber es una herramienta personal y valiosa.

La dedicación de Heidi Guerra se refleja en cada rincón de la microescuela. Ha sido testigo de transformaciones profundas cuando la enseñanza se adapta a las particularidades de cada niño. Gracias a su pasión y experiencia, los alumnos no solo adquieren conocimientos, sino que también aprenden a reconocerse, fortaleciendo su autoestima y descubriendo el poder que reside en su propia voz.

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