Lolibel Rivero lleva más de quince años dedicados a guiar a niñas y niños en sus tareas escolares y atesora cinco años de experiencia como docente de aula suplente. Frente a la escasez de oportunidades laborales, decidió emprender y ofrecer clases particulares, convencida de que su vocación por la enseñanza podía devenir en un proyecto capaz de transformar vidas. Así nació su compromiso con el aprendizaje personalizado y de calidad.

En la Microescuela Divina Pastora, Lolibel trabaja junto a tres docentes de amplia trayectoria: Isis Daniela Sequera, licenciada en Educación Primaria, Jorismert Tortolero, estudiante avanzado de Educación, y Nereida Tovar, Técnico Superior en Educación Inicial. Entre las cuatro conforman un equipo que atiende a niños desde preescolar hasta sexto grado, distribuyéndolos en tres salones para garantizar que cada etapa encuentre un ambiente adecuado.

Cada jornada está llena de pizarras, libros, juegos y carteles que favorecen dinámicas grupales e individuales. La prioridad de Lolibel es el avance real de cada estudiante, es por eso que se actualiza permanentemente y fomenta la creatividad y el pensamiento crítico de sus alumnos. Su mayor satisfacción es ver cómo los niños alcanzan sus objetivos con confianza, sintiéndose apoyados en un espacio que destaca por la calidad y no por la cantidad.

El sueño de Lolibel es contar con una escuela propia, con mayores instalaciones y tecnología, donde puedan formarse aún más niños de escasos recursos y estudiantes de liceo. Su proyecto se sostiene gracias al aporte mensual de las familias, pero aspira a contar con respaldo adicional que le permita extender el alcance de esta experiencia educativa y fortalecer a la comunidad con más personal y mejores espacios.