Mae Mariela

Mariela Josefina Uribe Ollarves
Mariela Josefina Uribe Ollarves suma 25 años de trayectoria dedicados a la enseñanza infantil, complementando su condición de bachiller con cursos y entrenamientos que potencian su capacidad para acompañar a cada niño en su proceso de aprendizaje. Su pasión por el desarrollo temprano la ha llevado a transformar cada aula en un espacio creativo y seguro donde la curiosidad florece y el asombro guía el descubrimiento. En la microescuela ‘Mae Mariela’, continúa inspirando a sus estudiantes a explorar el mundo con confianza y alegría.
Bejuma - Carabobo
Mae Mariela
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Número de alumnos:




Mariela Josefina Uribe Ollarves decidió transformar su retiro en una oportunidad para seguir enseñando a quienes más la necesitan. Cuando dejó su último trabajo, los padres de familia la buscaron con insistencia, convencidos de que su dedicación y cariño eran insustituibles. Así nació la microescuela Mae Mariela, instalada en la sala de su propia casa, donde una mesita sencilla se convierte cada día en el epicentro del aprendizaje.
Con dos horas diarias de clases, Mariela alterna actividades de refuerzo y lecciones completamente nuevas, adaptándose al ritmo y las inquietudes de cada estudiante. Atiende desde niños de preescolar hasta sexto grado, enfrentando con paciencia y amor el reto de apoyar a quienes viven con TDAH. Para ella, ningún desafío es insalvable cuando hay vocación y comprensión.
La maestra Uribe Ollarves confía en que el verdadero motor del aprendizaje es el desarrollo de habilidades de estudio personalizadas. Su método respeta los tiempos y avances de cada alumno, mientras mantiene una comunicación fluida con los padres, indispensables para afianzar los conocimientos en casa. Esa alianza familia-escuela es, en su opinión, la clave para cumplir metas académicas que muchas veces quedan fuera de las aulas convencionales.
Mariela enseña impulsada por el anhelo de influir positivamente en la vida de sus niños. Sueña con un espacio más amplio y cómodo, pero mientras llega ese momento, aprovecha al máximo los recursos de los que dispone. Con cada logro y cada sonrisa, refuerza la idea de que un mismo lugar puede multiplicar su grandeza cuando se llena de ganas y de cariño.