Rosmary Marvez es la maestra de la microescuela Mi pasión es enseñar, un espacio de la red El Bello Árbol donde cada amanecer renace la certeza de que enseñar es un acto de amor. Al romper el alba, su sonrisa se funde con los rayos del sol que acarician las hojas verdes que rodean el aula, recordándole el poder transformador de cada lección.

Cada niño que cruza el umbral encuentra un ambiente de asombro y exploración. Con lápices y cuadernos, los estudiantes viven el aprendizaje como una aventura; bajo la guía paciente de Rosmary, las palabras y los números se convierten en llaves para abrir nuevos horizontes.

Sentada junto a sus alumnos alrededor de una mesa pequeña, Rosmary atiende con atención personalizada las dudas que surgen. Su voz cálida y su mirada alentadora infunden la confianza necesaria para que cada niño avance a su propio ritmo y descubra su potencial.

Al caer la tarde, los estudiantes no solo se llevan conocimientos, sino también la certeza de haber hallado a alguien que cree en ellos. Para Rosmary, cada logro, por pequeño que sea, confirma que la verdadera enseñanza brota del corazón y florece en quienes se atreven a soñar.