Solein Rojas sintió desde muy joven un llamado profundo hacia la docencia. Con la idea de acompañar, motivar y guiar a los niños de su comunidad, decidió hace diez años fundar la Escuelita de Sol. Desde entonces, aquel pequeño espacio se convirtió en un lugar donde los estudiantes descubren su curiosidad y aprenden a organizar su propio proceso de aprendizaje.

Cada jornada en la Escuelita de Sol está cuidadosamente diseñada: lecturas diarias, ejercicios de escritura, dinámicas de pensamiento, elaboración de materiales y momentos artísticos confluyen en un ambiente de respeto y empatía. Los niños llegan en distintos momentos de la semana y Solein ajusta las actividades según sus necesidades y ritmo personales. Convencida de que el talento nace de la práctica y el estímulo, suele repetir ‘Los genios no nacen, se hacen’.

Con una estructura sencilla pero muy bien cuidada, la Escuelita de Sol se ha consolidado como un referente en Calabozo. Las familias han depositado su confianza en este proyecto, apreciando avances sostenidos, mayor claridad en el trabajo y una actitud más segura en los niños. Más que un espacio académico, Solein ha construido un entorno lleno de valores, donde cada detalle impulsa a los estudiantes a ir más allá de lo que alguna vez creyeron posible.